31 de diciembre de 2012

CUENTA ATRÁS PARA EL 2013



El año se termina y los minutos finales del día 31 de Diciembre siempre se consumen rodeados de amigos y familiares, pendientes de las uvas, del reloj… y de los mensajes de móvil que nos bombardean en esos momentos, deseando en general que tengamos una buena despedida y una mejor entrada de año. Hay otros lugares en los que, en lugar de comer uvas a ritmo de las doce campanadas, simplemente establecen una cuenta atrás de diez segundos para dar la bienvenida al nuevo año. Como no me gustan las uvas, esta vez, para variar, quisiera aportar mi contaje particular; o al menos uno que represente a muchas historias personales y a mucha gente que, seguro, ha vivido de un modo especial este año que ahora finaliza. Estos diez pequeños "fragmentos de intimidades ajenas", que podrían ser diez mensajes que aparecerán en la pantalla de algún teléfono móvil en esos momentos en los que 2012 esté llegando a su fin:

DIEZ: La nota que le doy a tu paciencia y a tu cariño. Sé que a veces es complicado estar a mi lado, por mis olvidos, mis ausencias y mi egoísmo, pero siempre encuentras el camino adecuado para regalarme una sonrisa. No podría seguir adelante sin tu apoyo, ya lo sabes…

NUEVE: Días. El tiempo que ha pasado desde que te fuiste para acudir a ese curso tan importante como necesario. La casa ya no es la misma sin tu calor; todo se ha vuelto de repente más oscuro y la cama es un espacio vacío en el que mis manos buscan desesperadas tu espalda. Te necesito a mi lado, en los días aburridos y las noches desveladas. Vuelve pronto…

OCHO: Las cosas que existen en nuestra vida que, siendo gratis, son de absoluta necesidad y despiertan en nosotros los sentimientos más intensos y las satisfacciones más preciadas que uno puede llegar a experimentar:  abrazar, sonreír, los amigos, besar, la familia, dormir, amar y los buenos recuerdos.

SIETE: Un número mágico. Mi fecha de nacimiento, el día que nos conocimos, el mes en que nació nuestro hijo, los años que llevo disfrutando la vida a tu lado… También las veces que me han tenido que operar para vencer por fin a este monstruo del cáncer que conquistaba mis órganos, aniquilando a su paso cada célula y devastando mi salud. Y siempre luchando contigo a mi lado, mi mejor arma contra la decepción y el desánimo, mi apoyo y mi descanso, mi amor…
   
SEIS: Personas a las que tengo que agradecer que este año haya sido, sin duda, el mejor desde hace mucho tiempo. Sois un equipo insustituible y sin vosotros no habría podido conseguir los objetivos propuestos; esa meta que a principios de año parecía inalcanzable para mí. Por eso quiero daros las gracias de todo corazón: por ayudarme a abandonar mi silla de ruedas y comenzar a caminar con la ayuda de estas dos prótesis, en esas interminables y agotadoras sesiones de fisioterapia que con tanta paciencia habéis llevado a cabo. Estoy convencido de que mi vida será mejor a partir de este nuevo año que ahora comienza…
     
CINCO: Minutos para hablar contigo tras estos meses sin respirar a tu lado. Lo suficiente para descubrir lo que ya sospechaba: que eres el hombre de mi vida y la persona con la que deseo pasar el resto de cenas de Nochevieja de aquí al fin de nuestros días. Pensando en lo que te quiero, me he dado cuenta de que te quiero más de lo que pienso…
    
CUATRO: Palabras que nunca te dije cuando tuve oportunidad; ahora me arrepiento de no haber sabido expresar mis sentimientos. Quizá por miedo, tal vez por orgullo o a lo mejor porque mi vulnerabilidad hubiera salido a flote. Lo cierto es que, a pesar de haberlo considerado en más de una ocasión, mis labios siempre estuvieron sellados sin arriesgarse a decir algo que ahora, con el paso de los meses, adquiere más significado que nunca: “te echo de menos”…

TRES: Copas de champán que he tenido que tomar antes de atreverme a decir que me gustas, que pienso en ti a cada momento del día, que nunca me he animado a hablar contigo cuando desayunas todos los días en el bar en el que trabajo. La vida nos regala a veces grandes casualidades y hoy, en esta fiesta de Fin de Año, voy a pedir un deseo: despertarme con un beso y un abrazo a tu lado en el día de Año Nuevo: la mejor manera de empezar a quererte…

DOS: Nosotros. Tú y yo. No hace falta nada más para pasar la mejor noche de fin de año de mi vida, ahora que por fin estás a mi lado. El año pasado ni siquiera esperé a que dieran las doce; una excusa muy socorrida sirvió para ausentarme de esa fiesta en la que todo y todos me recordaban a ti. Hoy será diferente: no celebraremos la llegada del nuevo año; vamos a festejar que has vuelto. Suficiente motivo como para vivir esta noche de felicidad…
    

UNO: Y muchos: un beso arrancado a tus labios, un “te quiero” que perfora mi alma, un día de playa iluminado por tu mirada, una noche compartida entre jadeos y caricias, un mensaje de una frase que resume todo en pocas palabras, una canción dedicada para no olvidar esa tarde en el parque, un regalo especial en un momento inesperado, un corazón entregado que se acelera ante tu abrazo, un deseo de seguir amándote en el año que ahora comienza…


27 de diciembre de 2012

RESUMEN DEL AÑO 2012 EN GOOGLE


Esto es lo que podemos averiguar viendo la publicación de Google Zeitgeist de 2012: 1,2 billones de búsquedas en 146 idiomas. Muy marcado por la muerte de Whitney Houston y el gran fenómeno mediático que ha supuesto el "Gangnam Style" de PSY.
A nivel mundial las búsquedas de mayor crecimiento han sido:
  1. Whitney Houston
  2. Gangnam Style
  3. Hurricane Sandy
  4. iPad 3
  5. Diablo 3
  6. Kate Middleton
  7. Olympics 2012
  8. Amanda Todd
  9. Michael Clarke Duncan
  10. BBB12
Mientras que en España:
  1. Bankia
  2. Mi Tele
  3. Prima de Riesgo
  4. Gran Hermano 12+1
  5. Lo Imposible
  6. Apalabrados
  7. Reforma laboral 2012
  8. Felix Baumgartner
  9. Gangnam Style
  10. Sepe
Este es el vídeo que nos muestra en imágenes lo más relevante del año que ahora termina:

24 de diciembre de 2012

BLANCA NAVIDAD



Con cuidado para que no se les caigan los alfileres, Blanca recoge los carteles que ha colgado en el tablón de anuncios de la biblioteca. Han pasado ya un par de semanas y nadie ha respondido a la oferta que ha escrito junto a su número de teléfono, con grandes letras de color verde que resaltan clamorosas, anunciando un mensaje para el que nadie tiene réplica: “BUSCO SONRISA PARA APAGAR MI TRISTEZA Y COMPARTIR UNA ALEGRE CENA DE NOCHEBUENA”. Mientras guarda los papeles en la mochila, piensa cómo será una Navidad en compañía, sin lágrimas y con regalos, sin soledad y con montones de besos… Fuera, en la calle, nieva.

14 de diciembre de 2012

DUMB WAYS TO DIE




Campaña de METRO TRAINS Melbourne (Australia) para concienciar a la gente de la peligrosidad existente en las estaciones de tren y de metro, en donde cualquier despiste o acción inapropiada puede originar un accidente muy grave.
El vídeo, titulado "Dumb ways to die" ("Maneras estúpidas de morir") y la canción se han convertido en todo un fenómeno en la red, e incluso han salido ya multitud de imitaciones aprovechando la idea original. Basta con poner en Youtube "dumb ways to die" y aparecen desde la versión con personas reales, hasta una parodia con videojuegos, pasando por otro similar titulado "Cool things to find" e incluso uno que va más allá, recomendando otras "Dumber ways to die"
La musiquilla engancha y el vídeo es muy original y divertido. Espero que os guste...

12 de diciembre de 2012

OLVIDO


Demasiado tarde; creo que no podré aguantar mucho más así… Demasiadas noches sintiéndote muy lejos en esa cama que se ha partido por la mitad, dejando entrever el precipicio de tristeza que nos separa. Demasiada distancia como para apreciar el cálido roce de una caricia. Se me ha olvidado quererte y a ti se te ha olvidado que sigo aquí, a tu lado, tratando de reparar una herida que sangra y duele más cada día. Yo al menos lo he intentado, pero tú rechazas cualquier muestra de cariño que asome temblorosa de mis labios o de mis manos. Donde antes se leía “pasión” ahora existe un cartel polvoriento que reza “pasivo” y la sorpresa ha sucumbido a tantos días de aburrimiento, dejando paso a una rutina que domina ese mundo sin sentimientos que tan solo tú comprendes. Un mundo muy diferente al que compartíamos no hace tanto tiempo, cuando la felicidad era moneda de cambio habitual en nuestra economía.
No hay tregua. Los días se clavan en mi desazón y el deseo ha decidido viajar muy lejos, hastiado de tus olvidos y consumido por tu irritante apatía. A fuerza de compartir silencios me he convertido en tu animal de compañía: dócil, fiel y servicial, pero incapaz de expresar con palabras que ya no soy yo. Que has conseguido que mire tu rostro y encuentre indiferencia. Que mi sonrisa se ha apagado asustada por tu indolencia. Que me he transformado justo en lo contrario de lo que siempre he querido ser: un despojo de mí misma, un residuo de una relación, un error de diseño en los planos de nuestro futuro…
Podría escribir un libro reflejando todo lo que has abandonado por el camino en estos meses; los “te quiero” están sepultados bajo toneladas de dejadez; nuestras miradas se han perdido, difuminadas en medio de una incomodidad difícil de disimular; la sonrisa es una excepción, que vendes cada vez más cara, a la norma de tu melancolía; mis labios claman a gritos la necesidad de un beso y mi cuerpo sigue buscando cobijo en la guarida de tus abrazos, pero la única respuesta que recibo es tu indiferencia, fría e inerte como un iceberg. Ya no queda ni la más remota señal de aquel romanticismo que conquistó mi corazón; ahora, por el contrario, vagas sin rumbo tratando de evitarme; tratando de negar a quien hasta ayer te quiso de un modo incondicional. No sé cuánto tiempo más podré aguantar a la intemperie, sin el calor de una pasión que apenas recuerdo.
Y a pesar de todo, todavía queda algo en mi interior que sigue creyendo que estás ahí, que tu corazón se ha escondido en el doble fondo de tus temores, agazapado entre engaños y perdido en un laberinto de mentiras del que es complicado escapar. Déjame intentarlo, permíteme extraer todo ese rencor, combatiendo el miedo con oleadas de comprensión y afecto. Intentemos volver al punto de partida, o al menos a un lugar cercano al mismo, resguardados del frío que ahora asuela nuestra existencia. Me temo que es la última oportunidad; siento que mi amor se oscurece de manera paulatina, abandonado a su suerte por alguien que no ha querido seguir peleando por él; abandonado en un lugar inhóspito al que no llegan los ecos de un cariño oxidado. Demasiado lejos, demasiado olvido… 

2 de diciembre de 2012

EL MONSTRUO


“Mañana me voy” La frase, escrita sobre un trozo de papel arrugado y viejo, arroja su escueto mensaje a la cara del que lo lee, escupiendo una a una tres palabras llenas de decepción que resuenan con fuerza en la soledad de una casa vacía.
Él revisa un par de veces la nota y luego se deshace de ese pequeño testamento lanzándolo por la ventana con toda su energía. Luego, se sienta en la cama y esconde su cara entre las manos, seguro de que ella cumplirá en breve la amenaza que ha escrito en ese fragmento de su rencor. No deja de darle vueltas a una idea recurrente que convive, a modo de obsesión, con su día a día desde hace varias semanas: “tarde o temprano iba a ocurrir…”  Ella se iría, lo abandonaría a su suerte, dejando tras su marcha un rastro de hartazgo y compasión. No es la primera vez que le sucede, pero tampoco puede asegurar que será la última…
La habitación se le cae encima, con la frustrante sensación de derrota que de nuevo navega por el revuelto mar de su cerebro. Se levanta y enciende un cigarrillo que consume un poco más su reducida esperanza de vida. Abre el mueble del salón y se sirve una dosis de alcohol que proporciona un minuto de calma a un cuerpo tembloroso y viciado. Lleva unos días sin encontrar el interruptor para apagar su cabeza, pero la ginebra le concede un descanso para corretear en el terreno del olvido, dejando de lado por un instante la huella del fracaso. La vergonzosa marca de un hombre incapaz de amar sin herir, al mismo tiempo, a su oponente.
La secuencia se repite una vez tras otra: apariencia y conversación agradables que se cruzan en su camino, inicio de una relación prometedora con esa mujer que podría ser la pieza que falta en su destartalada existencia, semanas de entrega y amor incondicional y, finalmente, vuelta de nuevo al solitario camino que lo transporta en silencio por el paso de los días. Entre medias, algo que no encaja: una tuerca floja en la intrincada maquinaria del deseo, un comportamiento inadmisible en la frágil línea que mantiene el equilibrio de una pareja, un carácter diseñado para el egoísmo y la soledad… Y él sabe de buena tinta qué es lo que sucede, aunque sea tan complicado asumirlo.
Sobre la mesa del comedor, una foto de ambos abrazados y sonrientes pide a gritos ser enterrada en el fondo de un cajón. Él contempla su cara, y cae en la cuenta de que antes le parecía más guapa que ahora. La música que escoge trata de llenar el vacío que le rodea, asfixiando su capacidad para recordarla con sensatez. Trozos de felicidad, jirones de una vida en común que, desconchados, dejan paso a las manchas de humedad de la conciencia. Ella se ha cansado de su desconfianza, harta de justificar ausencias y de conceder explicaciones innecesarias. Él se ha ido transformando, conforme pasan las semanas, en un animal celoso y desconfiado; ávido del deseo de vigilar a su presa, para acorralarla y terminar cazándola en la jaula de su desprecio, con la única excusa de la infidelidad. Envuelto en una atmósfera de acoso y agresividad que se exacerban cuando el guión no se atiene a sus milimétricas directrices, intenta autoconvencerse de que está en lo cierto, viendo mentiras donde no las hay y creando fantasmas donde nunca existirían. Así, día tras día, esperando un motivo para confirmar todas sus sospechas, por muy inverosímiles que parezcan.
El juego lleva grabada su propia fecha de caducidad: consumiendo etapas, desgranando discusiones, fabricando un clima irrespirable. Hasta que ella se agota, ahogándose en un laberinto de sospechas cuya única salida es la ruptura con su incansable vigilante. Porque él no cejará en su empeño, viviendo agobiado por la posibilidad de que ella le engañe con otro, por mucho que no exista justificación ni atisbo de que eso suceda. Un monstruo, el de los celos, que se alimenta de sus miedos y su inseguridad, creciendo a cada “gesto sospechoso”, sean llamadas familiares, conversaciones intrascendentes o risas amables. Irascible, avasallador, poderoso, adueñándose de su voluntad para convertirlo en un ser violento y despreciable.
“Mañana me voy” La letra irregular y pequeña, pero con suficiente valor como para anunciar su renuncia, resume semanas de inseguridad y hastío. Da la impresión de que se ha escrito para remarcar el hecho que representa: la huida, la deserción, el alejamiento de quien no suponía otra cosa que un lastre que acabaría hundiendo sus ilusiones. Ella podía haberse ido sin más, sin previo aviso… y es posible que cuando él lea la nota ya se encuentre muy lejos de su influencia; pero desea enfatizar su resolución, dejándole una última muestra que le aclare su derrota. Aunque sea algo que tendría que haber hecho ya hace tiempo…
La imagen borrosa de esa frase vuelve a su mente, ahora empapada por el líquido que antes contenía la botella vacía. Con los ojos llenos de lágrimas amargas, intenta recordar una etapa que pudo ser mejor sin su febril manera de controlar cada segundo de su existencia. Defraudado de nuevo, vencido por su propio carácter, enciende el ordenador y busca en la red la página de contactos y citas a ciegas que tan bien conoce: para reclutar a otra víctima que intente llenar su inabarcable soledad; para culparla de su propia incapacidad de amar y ser amado; para atormentar su vida y ahorcar su paciente cariño; para comenzar de nuevo…      
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...