30 de diciembre de 2011

ADIÓS 2011

Unas cuantas imágenes para recordar lo más importante del año que ya termina. Bueno, si no lo más importante, al menos lo más buscado por los usuarios en Google, que ya es bastante decir. Hoy en día, el acontecimiento que no aparece en la red de redes, sencillamente NO existe. Seguramente echaréis en falta algún evento o noticia que incluiríais en esta selección, pero la globalidad es la que se encarga de elegir el conjunto de imágenes que nos muestra este video. Por ese motivo, a nivel global el top 10 de búsquedas de este pasado año es:
1 Rebecca Black (una cantante de 13 años que lanzó en YouTube su single Friday)
2 Google + (la red social de Goolgle)
3 Ryan Dunn (uno de los protagonistas de Jackass, que perdió la vida en un accidente)
4 Casey Anthony (condenada por el asesinato de su hijo de 2 años)
5 Battlefield 3 (la última entrega de este videojuego vendió 5 millones de copias en una semana)
6 iPhone 5 (el teléfono de Apple que no llegó a lanzarse, tuvimos que contentarnos con el 4S)
7 Adele (la cantante británica que ha barrido con su album “21″)
8 東京 電力 (Fukushima, el grave accidente en la central nuclear fue sin duda protagonista del año)
9 Steve Jobs (su muerte marcó sin duda el final de este año)
10 iPad 2 (lanzado en marzo el tablet de Apple ha sido el gadget más popular del año)
En España, las búsquedas más populares fueron:
1 Facebook

2 Tuenti
3 Youtube
4 Hotmail
5 Marca
6 Google
7 Juegos
8 As
9 Tiempo
10 Traductor

Lo que nos lleva a pensar que en nuestro país Google se usa casi como un navegador, más que como un buscador.
Música: "Sooner or later" de Mat Kearney   


 

28 de diciembre de 2011

DOCE DESEOS PARA DOS-MIL-DOCE

Siempre que se acerca el último día del mes de Diciembre, ese momento en el que a todos nos da por engullir uvas al ritmo desaforado de las doce campanadas, aparece con mayor o menor asiduidad la lista de deseos o intenciones para el nuevo año que ahí comienza. El problema es que en la mayoría de los casos se quedan en eso: en promesas, anhelos, proyectos para iniciar o retomar alguna actividad que con la vida nueva del año nuevo se veían factibles y luego, es la propia vida la que nos devuelve a la realidad para demostrarnos que seguimos igual y ya habrá tiempo más adelante para volver a intentarlo. Pero el tiempo es cada vez más caro...
Yo creo que todos tenemos nuestra lista, sea física -en papel- o mental -en nuestro cerebro- y más o menos rea-lista, de los deseos que queremos cumplir para ese nuevo año que vemos nacer. Es cierto que ahora la mayoría de los pensamientos irían encaminados al empleo, la mejora de la economía, el futuro para nuestros hijos... Pero me he atrevido a elaborar una lista de 12 deseos para este 2012 que, aunque algo utópica e irreal, engloba gran parte de las cosas que sería agradable alcanzar no ya en el próximo año, sino de aquí a que se agoten el resto de nuestros días. Y mi primer deseo es que os guste lo que he escrito. Vamos allá:
   
1.- Comprar menos pesimismo y, aunque estemos en crisis, gastar más (incluso derrochar) alegría
2.- Tratar de ser feliz, al menos por un instante; por ejemplo ése que transcurre cuando me abrazas por la noche en la cama
3.- Completar en tu álbum mi colección de besos y abrazos
4.- Apuntarme a un gimnasio, pero para entrenar mi corazón y que, fortalecido, no se derrumbe ante el primer asalto de tu mirada
5.- Aprender el idioma de tus caricias, dialogando cuerpo a cuerpo, recorriendo el vocabulario que me enseña tu piel
6.- Hacer un viaje a un lugar lejano. Tú y yo, transportados por nuestra imaginación, con la maleta repleta de ilusión y sin más compañía que el deseo
7.- Vivir la mayoría de los días del año bajo la influencia de la "Triple E": Energía, Entusiasmo y Empatía
8.- Olvidar mis miedos y descubrir que no soy el único, pero sí el más importante
9.- Hacer varios cursos: de pintura, para pintar tu cariño; de cocina, para crear la receta del amor verdadero y de escritura, para que salgan de mi mano frases que valgan la pena  
10.- Ponerme a régimen, para adelgazar unos kilos de odio, dejando de comer tanto egoísmo y rencor, incluyendo en mi dieta alimentos saludables, como sinceridad, pasión y respeto 
11.- Alquilar libertad, ahorrar fe, canjear inocencia, vender pesadumbre y adquirir tiempo
12.- Encontrarte, al menos para recordar tu sonrisa....   

26 de diciembre de 2011

ANTI-CARIÑO

No recuerdo muy bien la fecha, aunque sí tengo claro que sucedió en primavera, cerca incluso del comienzo del verano. El sol ya calentaba con fuerza y los días eran cada vez más largos. Volvía de la playa, cansada pero relajada tras mi paseo por la orilla acompañada por el murmullo de las olas, cuando recibí el aviso de un mensaje de voz en mi teléfono. Escucharlo mientras conducía en plena autopista no me pareció buena idea, así que decidí esperar a llegar a casa para averiguar tanto su contenido como la procedencia del mismo. A partir de ahí comenzó una nueva etapa en mi vida...
Llamabas desde un teléfono público, con lo cual al principio no pude identificar el número remitente como el de alguien conocido. Pero tras las primeras palabras del mensaje pude reconocer tu voz, seria pero inconfundible, con ese acento tan peculiar que no habías perdido con los años. Sonabas seco y cortante, desposeído de ese hilo musical en forma de sonrisa con el que casi siempre amenizabas tus conversaciones. Y no recuerdo tu discurso, sobre todo porque la mayoría de las frases fueron de relleno hasta llegar a la única que hizo brotar  lágrimas que esculpieron, como ríos de lava, surcos de fuego en mis mejillas y en mi corazón. "Creo que ya no te quiero" dijiste, mientras tu voz se confundía con la sirena de una ambulancia que pasaba por mi calle en ese momento. Noté que mis piernas flaqueaban temblorosas y un pinchazo en el estómago hizo que, instintivamente, buscara apoyo en un sofá cercano "¿Cómo me puedes decir eso después de tantos años? Si hasta se quiere a un perro una vez que le coges cariño..." acerté a decirte mientras mi balbuceo se humedecía con el sabor de mi llanto. Tan solo obtuve como respuesta un "cuídate; te voy a echar de menos" que descendió por mi garganta arrasando cualquier posibilidad de réplica.
Lo reconozco; he tardado mucho en recuperarme y recomponer las piezas rotas de un corazón al que el martillo de ese mensaje destrozó en pedazos. Pero aquí estoy, dispuesta a entregárselo de nuevo a alguien con quien merezca de verdad la pena volver a vivir y sentir. Alguien que me demuestre que la palabra "adiós" no se encuentra en su vocabulario. Alguien que no tenga nunca que llamarme para, de un modo cobarde y miserable, declararme su anti-cariño y desaparecer de mi vida tras devastar mi amor y dejar desolada mi autoestima. Y ese alguien, que existe desde hace unos meses, está haciendo que me sienta la mujer más feliz y más orgullosa que he conocido... Algo que tú, durante los siete años que malgastamos juntos, no fuiste capaz de regalarme.
Ahora sí; por fin siento el amor y el cariño que tanto había necesitado.

Fin del mensaje

23 de diciembre de 2011

FELIZ NAVIDAD


Te deseo una Feliz Navidad al lado de quien más quieres y que, seamos realistas, alguno de tus deseos se cumpla. No hay más que seguir intentándolo y no perder la fe en que el nuevo año traerá algo mejor que el anterior. En realidad no es muy difícil, porque este 2011 que se acaba nos ha dejado de todo menos buenas noticias. Se podría pensar que no es buen momento para ser optimista, pero Hughes dijo que "lo bueno de ser optimista es que, cuando las cosas no salen bien, uno está seguro de que mejorarán" Yo así lo creo… Ah! Gracias por seguir este blog durante estas Fiestas...

 


21 de diciembre de 2011

CENA DE NOCHEBUENA

Peter Brueghel El Viejo (1526/1530-1569): "Los siete pecados capitales o los siete vicios: Gula"


“El tiempo de madrugada siempre pasa más despacio” Le vino este pensamiento a la cabeza mientras miraba su reloj tumbado sobre la cama, todavía sin deshacer. El día había sido aburrido, como siempre, pero la jornada de hoy era diferente. Se celebraba el día de Nochebuena y, por encima de cualquier otra connotación, eso significaba cena especial en un día de exaltación familiar. No para él, desde luego, pues hacía ya varios años que el mundo, las relaciones sociales e incluso su familia le habían dado la espalda. Pero este año, su objetivo era tener una Navidad especial de verdad; así lo había decidido semanas atrás y así iba a llevarlo a cabo.
Cerró la puerta de la nevera con un suspiro y una mueca de decepción en su rostro. El reloj marcaba ya las 3:27 de una larga vigilia. No recordaba el número de veces en las que esa noche, engañando a su conciencia y obligado por su promesa, había acudido hacia un castigo autoinfligido, pero difícil de completar. En esta última incursión hacia la glotonería, había tomado como prisioneros a un sándwich de salmón y a un buen trozo de queso curado. Ninguno parecía destinado a disfrutar del privilegio del indulto y antes de que su cerebro se diera cuenta, ambos yacían triturados en el fondo de su estómago.
La sensación de saciedad y hartazgo era cada vez mayor. Su pantagruélico viaje había comenzado hacia las nueve de la noche, sentándose en solitario a la mesa para dar buena cuenta de un abundante menú en el que no faltó ningún plato típico navideño, así como sus respectivos dulces y postres. Pero tras esa última visita a la nevera, el festín había finalizado…
Se recostó como pudo en el sofá; tomando entre sus manos el puñado de pastillas tranquilizantes que había preparado, fue ingiriéndolas una a una, atenuando las crecientes ganas de vomitar con pequeños sorbos a un vaso de agua. “Así debe sentirse un pavo en los días previos a las fiestas navideñas” pensó. Y cerró los ojos mientras el sopor y la agonía se adueñaban de la habitación.


"La Navidad no es un momento ni una estación, sino un estado de ánimo" (Calvin Coolidge)

19 de diciembre de 2011

OTRA NAVIDAD


"Navidad, día distinguido y consagrado a la glotonería, las borracheras, el sentimentalismo, la recepción de regalos, el aburrimiento público y la vida doméstica". Ambrose Bierce, Diccionario del Diablo

Anoche soñé con otra Navidad. No sabría decir si mejor o peor, pero seguro que distinta a la que estaba acostumbrado a vivir. Mientras me desperezaba, recordé que en mi sueño era Nochebuena, pero ya no nevaba… ni siquiera tenías sensación de frío al caminar por la calle. Una calle con pocos adornos navideños, bastantes comercios cerrados y una martilleante banda sonora de villancicos en forma de rap. La apresurada gente que la transitaba, por lo general taciturna y malencarada, había perdido la costumbre de saludarse con un ¡Felices Fiestas! y lo que ahora estaba in era enviar un mail con un Powerpoint de Santa Claus bailando el Waka-Waka en calzoncillos, o colgar en tu muro de Facebook una felicitación 2.0 insulsa y fría. En consecuencia, el cartero había aligerado su carga diaria: ya no repartía christmas navideños, pues ya nadie recordaba la entrañable costumbre de felicitar las fiestas mediante las postales enviadas por correo.
En esta Navidad tan extraña, las cestas con las que las empresas agasajaban a sus empleados habían sido sustituidas por un bolígrafo y un llavero; los niños ya no montaban belenes en sus casas, aunque tenían algo parecido a un abeto de diseño en el que no se podían colgar los adornos. Además, las palabras aguinaldo y zambomba habían sido eliminadas del diccionario por falta de uso. En la web arrasaba una novedosa aplicación para el iPad llamada “Orejones y polvorones” y Papá Nöel había adelgazado y ya no traía juguetes: la crisis lo había convertido en trabajador a tiempo parcial en una gran superficie, transformando turrón blando, ya descatalogado, en “Esencia gourmet de delicias navideñas”, algo abstracto que se  vendía más y a un precio más caro.
Recordé que en mi sueño, la cena de Nochebuena ya no se realizaba en familia, con cuñados y demás fauna empeorando tu úlcera. Estaba mejor visto disfrutar de la misma en un restaurante, degustando como menú “chupito de besugo, pavo relleno deconstruido y mazapán en texturas”. Al salir, todavía con hambre, ya no se podía acudir a la Misa del Gallo: había sido suprimida por un drástico descenso en el número de asistentes. En su lugar, carpas al aire libre, con música dance y almendrados de diseño, para hacer más llevadera la madrugada.
Menos mal que solo fue un sueño. El próximo año tengo que beber menos cava: creo que las burbujas no me sientan del todo bien. Espero que los Reyes Magos me traigan todo lo que les he pedido, aunque no estoy seguro de que hayan recibido mi wassap…      

17 de diciembre de 2011

CANCIONES VIOLETAS


        Wassily Kandinsky (1866-1944): "Composition VII" (1913) Óleo sobre lienzo. Galería Tretyakov. Moscú

Reproduzco aquí un artículo que he leido en el blog de Javier Sampedro, sobre el maravilloso mundo de la SINESTESIA. Reconozco que me ha sorprendido y noto envidia por no tener el don de "sentir" las cosas de esa manera. Al menos por ahora, yo no he sido capaz de oler una nota musical o ponerle color a un día de la semana, pero hay algo que me hipnotiza y trastorna mis sentidos cuando contemplo un cuadro de Kandinsky o de Paul Klee,  que no me ocurre con ningún otro. Serán cosas del expresionismo...
Vale la pena leerlo con detenimiento, sobre todo el contenido de los dos enlaces que os dejo más abajo.
  
AGUDO CLARO CHICO PINCHO ARRIBA
¿De dónde vienen las metáforas? A veces del talento poético, a veces del tejido nervioso. Una de sus fuentes más enigmáticas es la sinestesia, o situación en que la estimulación de un sentido crea una percepción automática en otro. La más común asocia colores a signos escritos, como en esta estrofa de Rimbaud:
"A negro, E blanco, I rojo, U verde, O azul
Algún día descifraré vuestros nacientes orígenes"
La segunda forma más común de sinestesia asocia colores con días de la semana, como domingo verde. Otras afectan en distintas combinaciones a las notas musicales, los olores y los dolores, a las formas o a las texturas, a la posición en el espacio, al tamaño de las cosas y qué sé yo qué más: por ahora se han clasificado unos 60 tipos de esta condición.
Rimbaud y Baudelaire eran sinestetas, como Wagner y Liszt, Scriabin y Messaien, Kandinsky y Hockney, Poe y Nabokov, y al menos dos científicos: Nikola Tesla y Richard Feynman (a quienes algún día podremos citar sin el nombre de pila, como al resto). Esta lista no llega a demostrar que la sinestesia sea la madre de todas las metáforas, pero sí que lo deja a uno medio mosca y como hurgando en su cabeza en busca de los nexos ocultos que se le habían escapado hasta ahora.
Y tal vez la búsqueda no sea en vano, después de todo. Según las investigaciones neurológicas recién publicadas por científicos de las universidades de Oxford y Berlín, los sinestetas son solo casos extremos de un fenómeno que compartimos la generalidad de las personas. Pese a todas las diferencias de detalle que uno quiera catalogar, todos los humanos compartimos la tendencia a asociar las notas agudas con los colores claros, los tamaños pequeños, las formas más picudas y las posiciones más altas en el espacio (lo que justifica el título de esta entrada). No son asociaciones aprendidas, ni condicionadas por la cultura, sino inconscientes y automáticas. Y ni siquiera parecen peculiaridades humanas, puesto que las compartimos con los chimpancés.
¿De dónde vienen las metáforas? A veces del talento poético, a veces del tejido nervioso, y a veces de la noche evolutiva de los tiempos.
 Pórtense azul los lectores.
Si quieres leer algo más acerca de este tema, ahí van estos dos enlaces:

14 de diciembre de 2011

REGALO DE NAVIDAD

Al igual que el año pasado, estas fechas no van a tener para mí ningún significado especial. Tan sólo deseo que aparezcan a mi alrededor sin mucho estruendo (salvo el estrictamente necesario) y que pasen de largo lo más rápido posible. No se trata de que guarde un mal recuerdo de tiempos pasados, ni tampoco de que aflore en mi interior un sentimiento negativo hacia los turrones y las campanadas de Fin de Año. No, ése no es el caso. Consiste en algo mucho más sencillo: la Navidad sin ti respirando a mi lado se transforma en una película ya vista, larga y aburrida, que dejo transcurrir esperando a que aparezca la palabra “fin”.
Debería cerrar los ojos y pedirle un deseo a uno de esos duendes buenos que revolotean invisibles entre los copos de nieve en estos días. Lo haría, pero la verdad es que nunca me han hecho mucho caso... Les pediría que te trajeran a casa, para tenerte aquí, abrazado en tu mirada y perdido entre tus caricias mientras susurras un maravilloso “te quiero”, mi mejor regalo de Papá Noel. Por desgracia, el año pasado dejé de creer en ellos.
Por eso, en este año que ahora termina, presiento que no me hará mucha gracia la decoración del abeto, ni la cena de Nochebuena, ni la nieve resbalando suave sobre los paraguas de la gente que pasa reflejando el frío en sus caras. Este año, lo único que de verdad deseo es volver a verte y, debajo de un puñado de muérdago, entregarte mi regalo de Navidad, mi mejor obsequio: la promesa de que éstas serán las últimas fiestas que pasemos separados. Después, estoy seguro de que todo será mucho más fácil. Tan sólo hay que volver a creer…

12 de diciembre de 2011

LA CRISIS (EXPLICACIÓN SENCILLA)



Heidi es la propietaria de un bar en Berlín, que ha comprado con un préstamo bancario. Como es natural, quiere aumentar las ventas, y decide permitir que sus clientes, la mayoría de los cuales son alcohólicos en paro, beban hoy y paguen otro día. Va anotando en un cuaderno todo lo que consumen cada uno de sus clientes. Esta es una manera como otra cualquiera de concederles préstamos. 
Nota: Pero en realidad, no le entra en caja ningún dinero físico... 

Muy pronto, gracias al boca a boca, el bar se empieza a llenar de más clientes. Como sus clientes no tienen que pagar al instante, Heidi decide aumentar los beneficios subiendo el precio de la cerveza y del vino, que son las bebidas que se consumen en mayor cantidad. El margen de beneficios aumenta vertiginosamente. 
Nota: Pero en realidad, es un margen de beneficios virtual, ficticio; la caja sigue estando vacía de ingresos contantes... 

Un empleado del banco más cercano, muy emprendedor, y que trabaja de director en la sección de servicio al cliente, se da cuenta de que las deudas de los clientes del bar son activos de alto valor, y decide aumentar la cantidad del préstamo a Heidi. El empleado del banco no ve ninguna razón para preocuparse, ya que el préstamo bancario tiene como base para su devolución las deudas de los clientes del bar. 
Nota: ¿Vais pillando la dimensión del castillo de naipes?

En las oficinas del banco los directivos convierten estos activos bancarios en "bebida-bonos", "alco-bonos" y "vomita-bonos" bancarios. Estos bonos pasan a comercializarse y a cambiar de manos en el mercado financiero internacional. Nadie comprende en realidad qué significan los nombres tan raros de esos bonos; tampoco entienden qué garantía tienen estos bonos, ni siquiera si tienen alguna garantía o no. Pero como los precios siguen subiendo constantemente, el valor de los bonos sube también constantemente. 
Nota: El castillo de naipes crece y crece y no para de crecer, pero todo es un camelo; no hay detrás solidez monetaria que lo sustente. Todo son "bonos", es decir, papelitos que "representan" tener valor siempre y cuando el castillo de naipes se sostenga. 

Sin embargo, aunque los precios siguen subiendo, un día un asesor de riesgos financieros que trabaja en el mismo banco (asesor al que, por cierto, despiden pronto a causa de su pesimismo) decide que ha llegado el momento de demandar a Heidi el pago de su préstamo bancario; y Heidi, a su vez, exige a sus clientes el pago de las deudas contraídas con el bar. Pero, claro está, los clientes no pueden pagar las deudas. 
Nota: ¡¡¡Porque siguen sin tener ni un céntimo!!! Han podido beber cada día en el bar porque "se comprometían" a pagar sus deudas, pero el dinero físico no existe.

Heidi no puede devolver sus préstamos bancarios y entra en bancarrota. 
Nota: Y Heidi pierde el bar.

Los "bebida-bonos" y los "alco-bonos" sufren una caída de un 95% de su valor. Los "vomito-bonos" van ligeramente mejor, ya que sólo caen un 80%. Las compañías que proveen al bar de Heidi, que le dieron largos plazos para los pagos y que también adquirieron bonos cuando su precio empezó a subir, se encuentran en una situación inédita. El proveedor de vinos entra en bancarrota, y el proveedor de cerveza tiene que vender el negocio a otra compañía de la competencia. 
Nota: Porque los proveedores de vinos y cervezas también le fiaban a Heidi, creyendo que estaban seguros de que cobrarían con creces al cabo del tiempo. Como no han podido cobrar dado que el dinero no existe, la deuda de Heidi se los ha comido a ellos.

El gobierno interviene para salvar al banco, tras conversaciones entre el presidente del gobierno y los líderes de los otros partidos políticos. Para poder financiar el rescate del banco, el gobierno introduce un nuevo impuesto muy elevado que pagarán los abstemios. 
Nota: Que es lo que de verdad ha pasado. Con los impuestos de los ciudadanos inocentes, los gobiernos han tapado el agujero financiero creado por la avaricia y la estupidez de los bancos. 


¡Por fin! ¡Una explicación que entiendo! Firmado: Un abstemio 

(Fuente: Internet, enviado por correo electrónico. Gracias, M. A.!)

 

9 de diciembre de 2011

MISSION: IMPOSSIBLE. GHOST PROTOCOL

Acusado de atentado terrorista con bombas contra el Kremlin, el agente del FMI Ethan Hunt (Tom Cruise) se ve desautorizado junto con el resto de la organización, al iniciar el Presidente el "Protocolo Fantasma" Sin poder contar con recursos ni apoyo, Ethan deberá encontrar el modo de restaurar el honor de su organización e impedir un nuevo ataque. Para complicar aún más las cosas, nuestro protagonista se verá obligado a embarcarse en esta misión junto a un equipo de compañeros del FMI fugitivos, cuyos motivos personales no conoce del todo.
La cuarta entrega de esta saga promete (como las anteriores) acción y escenas espectaculares. Se estrena en cines el viernes 16 de Diciembre y aquí os dejo el trailer para abrir boca.


7 de diciembre de 2011

BUSCANDO LA SUERTE



Por supuesto que es cuestión de actitud... Pero la suerte a veces se te escapa de las manos incluso adoptando la actitud correcta y tras poner de tu parte todos los medios para conseguirla. Yo creo que, aparte de actitud, es importante estar en el momento justo, en el sitio adecuado, con la compañía apropiada y... tener un poco de suerte para encontrar la suerte. El resto es pan comido, pero el mensaje de este anuncio de MARTINI me ha hecho reflexionar. Espero que también a vosotros.
Canción: "Oh Johnny" interpretada por Roos Jonker (versión de la original, interpretada por The Andrew Sisters)

FRUSTRADO

Sí... Frustrado por no poseer el valor en ocasiones para decir las cosas sin tener presionado el botón "mute" en mi cerebro. Frustrado por intentarlo tantas veces sin obtener el mínimo beneficio ante mi insistencia. Porque lo entiendo, pero no lo comparto. Y por tener que hacer de equilibrista "24/7". También estoy frustrado cuando compruebo que podría haber hecho más de lo que hago y si hago algo que no tenía que haber hecho. Y me frustra enormemente saber que nunca alcanzaré esa perfección que tanto anhelo.
Es frustrante reconocer una imagen falsa en el espejo. Esa frustración también aparece cuando llego y no me regalan un "hola" y cuando me despido sin obtener un "hasta luego". Me frustra el hecho de ser observado bajo la lupa de los prejuicios y catalogar a la gente bajo el tamiz de la desconfianza. Y el nivel de frustración no desciende cuando me aseguras que te he decepcionado, ni cuando abandonas el "ring" de la vida sin combatir en el último asalto.
Soy la imagen de la frustración cada vez que agacho la cabeza para esquivar el golpe de tu mirada, frustrada a su vez por no haber conseguido un "lo siento" Y me frustra saber que "fracasado", "desengañado" y "desgraciado" son sinónimos de esta palabra... No puede ser más frustrante la derrota cuando has peleado hasta la extenuación y también aparece ese sentimiento en mis victorias amañadas.
Quiero volver a ser niño. Y sentir esa frustración inocente por no poder alcanzar el bote de galletas, o por no ser recompensado con mi caramelo favorito, o para llorar por algo banal, sin que cada lágrima que quema mi cara sea fiel reflejo de toda la frustración que me acompaña. He tratado de volver;  al menos volver hacia atrás unos años. Pero no lo consigo. Y me quedaré con la frustrante sensación de no volver a verte con esos ojos...



Ormie from Ormie Pig on Vimeo.
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